VI Regata Aister, solitarios y a 2. Primera prueba.

Muy cansado, con los ojos rojos de la salitre y con mal de tierra, ese mareo que te entra cuando llegas a puerto y se te mueve el suelo bajo los pies. La primera prueba de la VI Regata Aister ha sido de esas que cuesta acabar (10 barcos retirados), chuvascos, mar de fondo, y viento fuerte del SW para un recorrido de 31,1 millas náuticas con paso por el faro del camouco, en las islas Ons.

Todo el que ha navegado a 2 o en solitario en un crucero, sabe que todo cuesta más en una regata de tripulación reducida, en tiempo y en esfuerzo, y si además hay viento, más aun. Navegar a dos exige bastante fondo físico, compenetración y que ambos tripulantes se anticipen a lo que va pasar en cada momento, por que si la maniobra no está preparada en el momento que ha de hacerse se pierden  metros de barlovento, nudos de velocidad y puestos en la clasificación final.

A las 11 de la mañana se dio la salida para el recorrido nº 3 hasta el faro del camouco. Ya antes de pasar la boya de desmarque, se produjo el primer retirado, y al paso por cabo home, a la salida de la ría, ya había tres o cuatro ... Del desmarque hasta la salida de la ría el rumbo era un descuartelar, que juntó bastante los rumbos en un mar más picado a medida que salíamos de la ría. 

En la salida norte de la ría el mar creció, y con el viento en un través/largo el balanceo era importante. Sin spi, el barco planeaba las olas de popa e incluso en un tramo navegamos a "orejas de burro" porque izar y controlar el spi con semejante baile era algo que se nos escapaba de nivel. El tramo hacia el faro nos pasó nuestro barco gemelo (otro Beneteau First 35s5, el Baltea) con el que tuvimos un tira y afloja toda la prueba.

Al virar el faro empezó la ceñida de vuelta. Decidimos al poco tiempo tomar un rizo, y nos fue bien durante la primera mitad de la ceñida. El barco pasaba mejor la ola que era bastante complicada, al mezclarse el mar de viento del SW con un mar de fondo del W. Cuando navegábamos en el pico del mar de fondo el viento se venía a la proa, por que la ola nos empujaba haciendo crecer el aparente, pero en los valles el barco se paraba y el viento se abría, con lo que había que orzar para mantener la escora. Entre el mar de fondo había que superar la ola corta que creaba el viento, así que el mar resultante no era nada fácil de negociar.

La segunda mitad de la ceñida de vuelta a la ría de Vigo, entró un chuvasco que nos quitó las referencias con tierra y el resto de barcos. El mar de viento se aplanó un poco por la lluvia, que dolía en la cara al mirar a barlovento, no hizo frío, pero nos mojamos bastante. Al cabo de media hora el chuvasco remitió, y nos dimos cuenta de que podíamos desmontar el rizo que habíamos tomado en la mayor, porque el viento había bajado a unos "asumibles" 15 - 20 nudos. Pero el cabo del balumero se había liado con el del rizo, bloqeando la polea en la cabeza de la botavara. Siempre podíamos cortar el cabo del rizo, lo que soltaría la mayor  de golpe, pero decidimos que era mejor no tentar a la suerte con una botavara suelta por la cubierta con 20 nudos en la proa.

Conseguimos pasar Cabo Home y volver a entrar en la ría, después de unas cuantas viradas para salvar el cabo, iniciando un través hacia la boya de  Bondaña,  cerca de la Isla de Toralla. Trasluchamos, y como el viento baja bastante decidimos izar el spi, que nos lleva hacia el interior de la ría y hacia la meta en Bouzas.

Al final resulta que estamos quintos en nuestra clase, nos sabe a poco por que el barco con viento puede hacerlo mejor, pero nosotros no sabemos como ;). Aun así no está nada perdido, por que queda otra prueba para conocer el ganador de esta VI Regata Aister, así que el sábado que viene ¡¡más acción!!.

Fotos y vídeos en cuanto los tenga estarán colgados.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien clasificado y mejor descrito.

Anónimo dijo...

Bravo, tiene merito el acabar una regata tan dura, y siendo 5 mejor que mejor

laserista torpe dijo...

Gracias!

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